Dicen que todos tenemos un “superpoder” que desconocemos. Y este es el de visualizar aquellas cosas que podrían convertirse en realidad en nuestra vida. Esto es lo que se conoce como la Ley de la Atracción: visualizar o crear imágenes en nuestra cabeza que se puedan llegar a materializar.
Si bien es cierto que esto no es algo espontáneo, o mágico, ni que suceda de un día para otro. Es importante tomar acciones y trabajar para conseguirlas.
Hay una frase de Buda que ha llegado a ser muy famosa: “Lo que piensas, lo serás. Lo que sientas, lo atraerás. Lo que imaginas, lo crearás”.
El acto de visualizar es algo parecido al de soñar: somos capaces de visualizar algo, al igual que podemos creer que el sueño es real mientras estamos soñando. Al visualizar, realmente debemos vernos viviendo eso, sintiéndolo: las emociones, sensaciones, todo lo que se genera: a nivel personal, laboral… cualquier cosa se puede manifestar, haciéndolo de la forma correcta y creyendo en ello.
Para tratar de que algo que visualizamos se materialice, hay una serie de factores a tener en cuenta en la Ley de la Atracción:
- Tenemos que ser concretos o específicos en lo que queremos y los objetivos que queremos alcanzar. “Ser feliz”, por ejemplo, es algo muy general y abstracto, existen
- Vivir como si ya lo hubiéramos conseguido: hacer un ejercicio de pensar cómo nos sentiríamos en un futuro si ya hubiéramos logrado alcanzar ese objetivo. Esto es clave para atraer, comportarnos como si ya lo tuviéramos.
- Meditar: a veces el propio ritmo de la vida diaria y la rutina nos distraen del foco. La meditación puede llevarse a cabo de muchas formas, buscando un momento a solas en que podamos concentrarnos y sentirnos relajados. No es necesario sentarse a hacerlo: si nos relaja cocinar, podemos meditar mientras lo hacemos, o mientras hacemos ejercicio o antes de dormir.
- Cambiar el entorno: esto es algo que podría ser aplicable a cualquier ámbito de la vida. “Si quieres cambiar las cosas, no hagas siempre lo mismo”. Alejarnos de personas tóxicas que nos impidan ser nosotros mismos y nos alejen de nuestro objetivo sería el primer paso. Cambiar nuestras creencias, incluso los valores, no es malo, todos evolucionamos, es parte fundamental de la vida desprenderse de lo que nos suponga una carga y saber soltar.
- Confiar, tener fe, y una actitud positiva. Creer que va a suceder, sentirnos agradecidos con las cosas que ya tenemos y al mismo tiempo pensar que la vida nos va a dar más cosas si nos sentimos así, porque estaremos abiertos a todo lo bueno que esta nos tiene que ofrecer.