La disonancia cognitiva es un concepto que si eres de estar pendiente y leer sobre temas de la mente seguramente te has cruzado con este término antes. Por eso, en este artículo vas a poder saber qué es la disonancia cognitiva, alguna teoría famosa y las consecuencias de la misma. Para acabar, también vas a poder conocer algunos ejemplos reales.
¿Qué es la disonancia cognitiva?
Hay muchos términos que se usan en el día a día y que, la mayoría de veces, no sabes muy bien a qué se refieren. Uno de ellos es la disonancia cognitiva. En términos generales, esta se refiere a la tensión o la falta de armonía que sufren ideas, pensamientos, creencias o emociones. Si piensas que has experimentado esto, es posible que te haya afectado en varios aspectos, como físicos y mentales, e incluso puede haber generado dudas en ti. De hecho, incluso has podido llegar a dudar sobre tu identidad o personalidad.
Cuando alguien experimenta emociones en conflicto, pensamientos opuestos o se ve obligado a comportarse de una manera contraria a sus creencias habituales o anteriores puede experimentar la disonancia cognitiva. Es decir, se trata de una cognición que se produce a la vez que otra opuesta, y ambas son conflictivas teniendo en cuenta las actitudes, creencias, preferencias o acciones anteriores en esa persona.
Sobre esta cuestión psicológica se teorizó mucho. Como vas a leer a continuación, hay una persona que supuso el cambio, iniciando la preocupación con su estudio: Leon Festinger. Sin embargo, él fue seguido por discípulos y otros psicólogos interesados en el tema, algunos incluso trabajaron mano a mano con él. Como sucede casi siempre, al haber nuevas teorías, no solo surgen adeptos. Fueron muchas las personas que, después de los estudios iniciales, crearon teorías distintas, o simplemente criticaron la de Festinger.
Frank Rosenblatt y Daryl Bem fueron dos de los máximos críticos de estas formulaciones teóricas, que comenzaron en el ámbito intrapersonal (estudiando al propio individuo y a su relación con él mismo) y que, poco a poco, se fueron enfocando en la extrapolación interpersonal (en aspectos concernientes a la psicosociología). Aun con todo, a día de hoy no se han superado ni rechazado las teorizaciones. Son cuestiones complejas, difíciles de demostrar de modo empírico y sobre las que todavía quedan muchos estudios.
Si realmente te interesa conocer más sobre la disonancia cognitiva, toma nota de los siguientes libros, esenciales para ampliar tu conocimiento:
1) A theory of cognitive dissonance, un estudio previo de Festinger publicado en el año 1957 en el periódico de la universidad de Stanford.
2) Teoría de la disonancia cognoscitiva, de Festinger (1975).
3) El artículo «Cognitive Dissonance» publicado en la Scientific American, también de Festinger.
4) Introducción a la psicología social (1995), de Crespo.
5) «How choice affects and reflects preferences: Revisiting the free-choice paradigm», artículo del Journal of Personality and Social Psychology publicado en 2010, de Chen y Risen.
Teoría de Leon Festinger
El concepto sobre el que estás leyendo fue teorizado y formulado por primera vez por el psicólogo Leon Festinger. La Teoría de la disonancia cognitiva (A Theory of Cognitive Dissonance es su título original) es una obra más que recomendable si te apasiona este tema.Festinger plantea las incongruencias producidas con normalidad en las disonancias que se aprecia fácilmente en las personas.
Para ello, tiene en cuenta diferentes aspectos que influyen en la persona, como el esfuerzo, el impulsivo, el automatismo, las ideas o la búsqueda de actitudes coherentes. Su obra maestrafue más allá de la simple observación. Se centró en buscar posibles respuestas a las actitudes generadas antes y después de las disonancias que experimentaba a través del estudio de la gente. Utilizó esta información para determinar los posibles caminos que pueden tomar las
disonancias de cogniciones: cambios o creación de ideas.
De hecho, uno de los grandes hallazgos de este teórico fue estudiar este tipo de disonancia en relación con la creación de mentiras. Descubrió que muchas personas acaban por creerse una mentira para protegerse de las incongruencias que han ido observando en su comportamiento. Esta resolución viene impulsada por un mecanismo propio de defensa, de no
reconocimiento y de sensación de falta de identidad. Así, hay personas que llegan a aceptar las mentiras como verdades absolutas.
Según Festinger, cuando hay una disonancia cognitiva, es decir, un conflicto interno, las personas tienen un impulso motivacional para reducir esa disonancia y restaurar la coherencia y la armonía en su pensamiento y comportamiento. Para lograrlo, pueden adoptar diferentes estrategias.
Una estrategia común para reducir la disonancia es cambiar o ajustar las creencias o actitudes para que estén en línea con las acciones realizadas. Esto puede implicar justificar o racionalizar el comportamiento contradictorio para aliviar la tensión interna. Por ejemplo, alguien que fuma a pesar de ser consciente de los riesgos para la salud puede minimizar esos riesgos o enfocarse en los beneficios inmediatos del hábito.
Otra estrategia para reducir la disonancia es buscar información o evidencia que apoye las creencias o actitudes existentes y que contradiga las ideas opuestas. Esto se conoce como búsqueda selectiva de información y puede contribuir a mantener la coherencia en el sistema de creencias de una persona, evitando así la disonancia.
Además, las personas pueden buscar la compañía de otras que compartan sus creencias o actitudes, lo que les brinda apoyo social y refuerza su visión del mundo. De esta manera, se reduce la disonancia al rodearse de personas que validan y respaldan las actitudes o creencias propias.
La teoría de la disonancia cognitiva de Festinger ha tenido un impacto significativo en la comprensión de la motivación y el cambio de actitudes. Ha sido aplicada en diversas áreas, como la persuasión, la toma de decisiones y el estudio de los procesos de cambio. También ha proporcionado una base para comprender por qué las personas pueden resistirse al cambio, ya que a menudo experimentan disonancia cuando se enfrentan a nuevas ideas o perspectivas
que entran en conflicto con sus creencias arraigadas.
¿Qué genera la disonancia cognitiva?
Ahora que ya sabes lo que es, es posible que te interese saber lo que genera, en qué aspectos se manifiesta y cómo puede afectarte. Las disonancias cerebrales no tienen que seguir siempre el mismo patrón. El cerebro es un órgano complejo y maravilloso. Aunque lo estudies mucho, nunca llegarás a comprender del todo cómo funciona tu psicología cerebral. Sin embargo, es importante que tengas claro que los estudios realizados por los teóricos en esta área del saber
concluyen que la disonancia puede afectar a todo.
Como muchas veces se utiliza para evadirse de la realidad y buscar una mentira asimilada como verdad que convenza más, es extensible. Por ejemplo, puedes generar disonancias cognitivas en tu sector laboral, en tus relaciones personales, entre tu familia y tú o incluso a la hora de buscar culpables a los problemas. Un ejemplo habitual es el de la pareja sentimental.
El hecho de echarle la culpa al otro también es una forma de autoprotegerse de la aceptación de la propia culpa, la incoherencia en las actuaciones, etc.
En numerosas ocasiones, si observas durante un largo período de tiempo, vas a poder comprobar cómo se generan nuevas creencias. Si una persona tiene personalidad variable u opiniones y actuaciones muy cambiantes, tal vez, a la larga, su cambio de actitudes le lleve a tomar como base nuevas creencias y opiniones. De esta forma, no va a ser extraño que te encuentres a una persona que hace tiempo defendía con rotundidad algo que, ahora, defiende con la misma rotundidad sobre el aspecto opuesto.
En estas personas, muchas veces, la nueva creencia lleva a una asimilación atemporal. Es decir, comienzan a pensar que su juicio actual viene de hace mucho tiempo. Es posible que escuches en estas personas un cambio de discurso en el que se inserta este valor de tiempo atrás. Esdecir, afirman que llevan defendiendo esa postura toda la vida, que son de ideas fijas y que su creencia es inamovible. Por supuesto, esto es otra prueba más de la falta de congruencia de esta anomalía psicológica tan común.
Algunos ejemplos de disonancia cognitiva
Hay muchos ejemplos que puedes observar en tu día a día sobre este fenómeno. Tal vez el más conocido sea el de echarle la culpa a otro dentro de una crisis de pareja o matrimonio. Sin embargo, también es muy común tener cualquier tipo de relación social y notar que alguien cambia de opinión, justificándose en que la culpa no fue suya. Por ejemplo, si preguntas por el nombre de una calle y se inventan que lo habían dicho mal, porque antes se llamaba diferente
(cuando no es cierto), y te dan la información correcta después.
Los psicólogos que han teorizado sobre este tema a lo largo de la historia han llevado a cabo muchos experimentos. Por supuesto, puedes leer sobre ellos conociendo más sobre los trabajos de Leon Festinger. Sin embargo, es posible que te interese más conocer algunos ejemplos que, con total seguridad, te encuentras en el día a día. Para ello, tienes que estar
atento a tus actos y a los de las personas que te rodean, tener memoria y ser observador. Aún así, vas a apreciar dos tipos de disonancia cognitiva recurrentes.
En primer lugar, la disonancia cognitiva en el ámbito laboral. Muchas veces se utiliza para conseguir logros, superar barreras o aumentar el grado de profesionalidad. Por ejemplo, lograr un aumento de sueldo o un mejor puesto dentro de la escala laboral permitida por la empresa.
Sin embargo, en otras ocasiones tan solo se utiliza para crear un buen ambiente en el trabajo. En ambos casos, se lleva a cabo mediante mentiras, manipulaciones de la verdad, cambios de opinión, rechazo de creencias anteriores, etc.
En segundo lugar, la disonancia cognitiva dentro de la pareja o en relaciones íntimas. Por norma general, seguro que has experimentado más de una vez que tu razón entra en conflicto con tus deseos cuando se trata del amor. Muchas personas experimentan la sensación de amar a una persona, pero, de repente, se encuentran con un nuevo sujeto que les hace
cambiar por completo su opinión firme. Si te ha pasado, es posible que hayas intentado justificar tu carencia de amor en causas ajenas a ti, lo que es también incongruente.
En definitiva, está claro que la disonancia cognitiva te puede llevar por caminos difíciles. Si, por ejemplo, alguien es consciente de que has mentido para intentar conseguir otra cosa (aunque sea por el bienestar de la comunidad), lo más habitual es que la otra persona se ofenda. Por eso, lo principal es que seas consciente de las incongruencias de tus actos y que tengas una personalidad definida. Con esta, podrás tomar actuaciones que no sean disonantes con
respecto de otras.