Se utilizan en el mismo ámbito y podemos caer en la confusión si no conocemos exactamente las diferencias entre coaching y mentoring. Hoy dedicamos nuestro artículo semanal a este tema para descubrir esos pequeños matices y aclarar cuándo debemos utilizar cada concepto.
Diferencias entre coaching y mentoring
Sabemos que el coaching no es meditación. Tampoco es meterse en la piel del otro. No es terapia con un psicólogo. Estas tres ideas las hemos presentado en anteriores artículos y seguimos insistiendo. La definición es más sencilla: el coaching ayuda a gente real que tiene problemas reales y que busca soluciones reales. Con esta idea es como se ha creado y desarrollado una disciplina que no promete pero sí analiza, entrena y acompaña al individuo. Es una nueva mirada, un nuevo planteamiento, un nuevo enfoque. Para nosotros, es la herramienta más potente para facilitar el desarrollo de las personas y la consecución de sus objetivos.
Descubre los tipos de coach en este artículo
El coach, el profesional encargado de llevar a cabo el ejercicio del coaching, es quién despierta a la persona que le pide ayuda. Al coach le contamos lo que nos ocurre y lo que nos preocupa. En otros, sin embargo, no sabemos ponerle las palabras adecuadas y es el mismo coach quién nos facilita esa búsqueda.
En definitiva, el coach no nos pone entre la espada y la pared. No nos reta a conseguir algo porque sí pero sí consigue que descubramos a dónde queremos llegar y empecemos a andar. El coach no nos vuelve más ambiciosos o competitivos. O menos sensibles. Pero no cabe duda de que hace algo más importante: cree en ti y en tu potencial de cambio. Y a partir de esa idea, que consigue que también penetre en ti, todo es posible.
El mentoring, por su parte, es sinónimo de experiencia y de conocimientos dispuestos a ser compartidos. Así, se puede definir como la relación que se crea entre una persona que ha cosechado éxitos en su vida laboral, y un alumno al que guía y acompaña tanto a nivel personal como profesional. En mentoring de calidad, es aquel que se forma entre el verdadero maestro que no busca que lo imiten porque sabe que acompañando e iluminando a su alumno, será capaz de despertar su potencial.
Y, si bien es cierto que en muchas ocasiones, un coach puede actuar como mentor y viceversa, seguimos encontrando puntos que los diferencian:
En primer lugar, el coaching suele centrarse en la consecución de resultados para tareas concretas. Pongamos un ejemplo: cuando alguien necesita más solvencia para hablar en público o cuando un equipo de una empresa debe reforzar su pensamiento creativo para conseguir nuevos retos. Mientras que en las sesiones de coaching se diseñan con un fin; el mentoring, en cambio, representa la relación que se genera entre mentor y alumno, y por lo tanto, para alcanzar los objetivos, existe la posibilidad de cruzar el mundo laboral, tratando de encontrar el equilibrio con el personal.
En segundo lugar, el coaching desarrolla sus estrategias por sesiones y, por lo general, suele implicar una relación a corto plazo entre el coach y el alumno. El mentoring necesita de relaciones más duraderas en el tiempo, para poder generar el clima de confianza adecuado. Además, es mejor que la mentoría surja de forma espontánea.
Y por último, el coaching está más enfocado al presente, al momento actual, porque es ahora cuando se necesitan soluciones ante un problema u obstáculo que se ha cruzado en el camino. Sin embargo, el mentoring ofrece una visión a largo plazo, pues su esencia es la de favorecer el desarrollo personal del individuo, ya sea para su trabajo actual pero también para aquellos que desempeñe en un futuro no muy lejano.
Conocer las principales diferencias entre el coaching y el mentoring es fundamental para tener claro qué estrategia es la mejor en función de sus necesidades.
En Grupo Emociona creemos que vamos hacia una mayor integración del coaching en todos los ámbitos de la sociedad, puesto que está habiendo un gran crecimiento en los ámbitos de la educación, el bienestar personal y el empresarial. Sin embargo, también estamos pendientes y nos gusta seguir de cerca la evolución del mentoring, puesto que consideramos que es muy positivo.