El desapego emocional se ha considerado siempre como una alternativa poco recomendable debido a la falta de conocimiento al respecto. En los siguientes apartados, te comentamos en qué consiste y por qué has de practicarlo entre otros factores de similar importancia.
¿Qué es el desapego?
Suele entenderse como la ruptura total de cualquier tipo de vínculo emocional, pero su definición va mucho más allá. La idea que subyace es la de entender que puedes ser feliz sin algo o alguien concreto. Tu vida depende directamente de lo que haces y de cómo piensas, pero no de aferrarte a una persona, situación o circunstancia determinada.
El apego exagerado provoca que vayas incorporando a tu vida personas, objetos o relaciones que consideras esenciales para poder ser feliz, pero que quizá no lo sean tanto si pones en práctica las medidas que te comentamos en un apartado posterior.
El desapego emocional nos ayuda a ser más libres
¿Por qué? Porque tu libertad no puede depender del permiso que te dé otra persona o de que una circunstancia te permita disfrutarla. El apego supone un lastre emocional que te fija a una relación, a un puesto de trabajo, a una familia o a varias situaciones que
consideras imprescindibles, pero que no lo son.
Es más, ese apego conlleva que cuando te falta alguno de esos elementos aumente tu dolor y tu sensación de que no vas poder superar esa situación. Es decir, por más paradójico que parezca, puedes sentirte más feliz portando una serie de cadenas que te ayudan a no pensar en el final de tu vida, tal y como explica Zapffe, que apostando por ser libre y confiando en tu libre albedrío para vivir como prefieras.
Tipos de desapego emocional
Son varios, pero pueden agruparse en tres grandes apartados de tu vida que seguro que has tenido ganas de modificar.
Desapego en el trabajo
Es posible que lleves varios años en tu puesto de trabajo, que te hayas esforzado como nadie y que sigas trabajando por inercia. Notas que lo has dado todo, que tu talento no se valora y que ya no puedes conseguir nada más porque has llegado a tu límite. ¿Piensas que seguir ahí va a producir algo más que no sea una creciente frustración?
Has de entender que para cualquier empresa eres un simple trabajador al que se puede sustituir llegado el momento. Esto no significa que no tengas que esforzarte y seguir aportando ideas, pero sí que no te aferres a un puesto de trabajo por los años que llevas en el mismo. Resulta mucho más adecuado buscar nuevas alternativas y no quedarte siempre en el mismo punto si lo que te interesa es seguir creciendo profesionalmente.
Ejercitar el desapego en el entorno familiar
Por más dura que te resulte la siguiente frase, no has de olvidar que no escogiste a tu familia, porque ya estaba aquí cuando llegaste al mundo. Si bien es habitual que en la infancia haya una relación más intensa, a medida que creces has de entender que tu padre, tu madre u otros familiares eligieron su propio camino en la vida. Haz lo que creas que es correcto para ti y no caigas en el error de no arriesgarte por lo que pudiera decir tu familia al respecto.
Con tu pareja e hijos: ¿Cómo de practica el desapego?
Este es, sin duda, el apartado en el que podrías encontrar más dificultades para practicar el desapego. No dudes en hacerlo si has experimentado las siguientes sensaciones:
· Tienes la necesidad de estar continuamente hablando o al lado de tu pareja o hijos.
· Crees que la otra persona es mejor que tú y sientes que estás pasando un examen continuamente en el que has de demostrar tu valía.
· Sientes pánico a que la relación se termine.
· Lo das todo por tu pareja y por tus hijos, pero notas que no te preocupas tanto por tu bienestar o por hacer lo que realmente te apetece.
Descubre cómo puedes comenzar a poner en práctica el desapego y cuáles serán los resultados de su aplicación.
¿Cómo practicar el desapego?
Sería recomendable que pusieras en práctica las siguientes normas para comenzar a darte cuenta de que puedes vivir de una forma totalmente distinta.
Cambia tu punto de vista
Lo habitual es que pienses que has de mantener el apego con ciertas personas por una serie de motivos específicos que consideras como acertados. En lugar de aplicarlos por defecto, apuesta por el pragmatismo y analiza, de forma fría y desde fuera, qué te aporta cada persona o situación en realidad. Actúa en consecuencia.
El futuro no existe
Nadie sabe qué va a pasar mañana o a qué se enfrentará. Deja de pensar de forma repetitiva en el futuro o en lo que podría suceder si practicases el desapego con ciertas personas. Céntrate en el presente para ser feliz sin necesidad de contar con el beneplácito de nadie.
Observa, pero no juzgues
No queremos decirte que no tengas una opinión sobre algo en concreto, pero sí que no caigas en el pesimismo y tampoco en considerar que todo lo que te ocurre es negativo. Vive el momento e intenta encontrar su parte positiva.
Eres tú y nadie más puede serlo
Seguro que tienes limitaciones, problemas, situaciones que no te gustaría protagonizar o circunstancias que no te agradan. ¿Sabías que cualquier persona también pasa por lo mismo que tú?
Eso sí, nadie puede ser como tú por más que lo intente. Lo que queremos indicarte es que concibas la vida como un viaje que protagonizas. Pensar en lo negativo o en que necesitas de otras personas para llegar a tus metas no es el camino para ganar la ansiada independencia emocional.
Usa tu mente
Solo tienes que pensar en por qué has de seguir aferrándote a personas o situaciones emocionales que te suponen un inmenso desgaste. Has de ser consciente de cuáles son las claves a tu alcance para lograr ser más libre y tomar las decisiones que estimes más oportunas en cada caso.
Un ejemplo práctico
Volvemos a uno de los tipos de apego, el que genera tener una relación sentimental, para exponer cuáles son los pasos a seguir para fomentar el desapego.
Crea tu propia parcela y defiende tu forma de pensar
Aunque parece evidente, conviene recordar que una pareja es la suma de dos personas que piensan de forma distinta y que tienen un bagaje personal diferente. Ni has de pensar como tu pareja ni has de renunciar a tus aficiones o gustos personales ni has de dejar de ver a tus amistades.
Sigues siendo libre y has elegido a esa persona para que te acompañe durante una cantidad incierta de tiempo. Deja de ceder, de renunciar a hacer lo que te gusta y de estar siempre disponible. Intenta mantener tu individualidad y evita situaciones de dependencia emocional.
Aprende a estar sin la otra persona
¿No lo hacías antes de que te presentaran a tu actual pareja? No va a pasar nada porque ella o él salga con sus amistades, viaje o realice cualquier actividad que sea de su agrado sin ti. Aprovecha esos momentos para hacer lo mismo y conseguirás mejorar tu relación.
Si tienes hijos…
Recuerda que no has de hacer lo que les apetezca en todo momento y tampoco te has de convertir en una persona temible para ellos. Es mucho más adecuado ponerles algunos límites, reconocerles sus puntos fuertes, emprender acciones específicas para que superen sus debilidades, no gritarles y entender que son personas que tendrán que equivocarse y aprender de sus errores.
El desapego no es un sinónimo de frialdad
No se trata de convertirse en un bloque de hielo, sino de observar y no abandonarse por solucionarles los problemas a otras personas mientras los tuyos siguen creciendo. Si tu apego emocional no es real, sino fingido o la consecuencia de una tradición, es momento de entender que has de dar un paso al lado.
Además, siempre podrás entender que lo que te provoca que pienses que el apego es un lastre no es la situación en sí, sino tu incapacidad de entender que sin él también vas a ser feliz. En ocasiones, es el ego el encargado de alimentar el apego, pero has de evitarlo.
El motivo no es otro que comprender que tu felicidad no depende de alguien o de algo, sino exclusivamente de ti. ¿Tienes objetivos que no has alcanzado? ¿Quizá te gustaría ser mejor persona? Si has respondido afirmativamente, tenemos que reconocerte que a
todo el mundo le sucede lo mismo, pero no debes intentar encontrar en el apego el camino que te lleve a vivir sin lastres emocionales.
El desapego emocional es, sin duda, una opción perfecta para que comiences a vivir de
manera diferente y, sobre todo, a darte cuenta de que cada experiencia vital es una oportunidad perfecta para crecer. No dudes a la hora de ponerlo en práctica y de conseguir cualquier objetivo que te propongas sin lastre alguno. Concibe tu vida de forma distinta y no tardarás en comenzar a vivir de manera más plena y feliz.