¿Alguna vez has sentido miedo o temor ante una reunión con amigos? ¿Te cuesta entablar relaciones de amistad debido a tu timidez? La inseguridad tiene múltiples orígenes, pero una de sus causas principales es la falta de confianza en ti mismo y, como consecuencia, en los demás. Como bien apuntaba Aristófanes, «la desconfianza es la madre de la inseguridad».
¿Qué es la inseguridad?
Esta afección psicológica es una de las más recurrentes. La podemos encontrar detrás de estados como la soledad, la sensación de rechazo o la ansiedad social, y viene determinada por posibles traumas vividos en la infancia hasta algo tan sencillo como no saber gestionar las habilidades sociales. A pesar de ello, debes ser consciente de que se trata de un estado reversible. La mayor parte de los afectados consiguen seguir su desarrollo vital con más templanza y ser personas más seguras, valiosas y competentes.
Además, debes saber que la seguridad en uno mismo se entrena. Si sientes que te falta impulso o fuelle para relacionarte socialmente y establecer relaciones duraderas, no lo dudes y pide ayuda a un psicólogo especializado. Con el tiempo serás capaz de reprogramar tu cerebro, limar tus inseguridades para minimizarlas al máximo, y empezar a encajar e incluso disfrutar en un sinfín de contextos.
Por tanto, podemos definir la inseguridad emocional y personal como un estado en el que nos sentimos incapaces de confiar en nuestras propias habilidades y sentimos que no estamos logrando ninguna de nuestras expectativas. Así mismo, suele estar muy relacionada con una baja autoestima. Esta, a su vez, puede estar causada por múltiples
factores.
Causas de la inseguridad
La gente insegura emocionalmente va desarrollando este rasgo a medida que crecen y experimentan sensaciones y situaciones nuevas. Una de las causas principales la podemos encontrar en la introversión. Las personas tímidas e introvertidas tienen problemas a la hora de fortalecer su seguridad emocional. Así pues, si sientes poco
interés por establecer relaciones de amistad, estás en riesgo de ser una persona insegura.
Unos altos niveles de ansiedad junto con la dependencia emocional también podrían dar lugar a sentirte inferior socialmente. De este modo, podemos afirmar que determinadas características propias de nuestra personalidad son factores de riesgo.
Del mismo modo, existen una serie de causas que se dan a nivel externo. Hablamos de la educación recibida en la infancia y adolescencia. Por ejemplo, si te educaron de una forma demasiado autoritaria y tus padres siempre te sobreprotegieron, es posible que hoy en día sufras este padecimiento. Como resultado, la autoexigencia te generará un marcado sentimiento de incapacidad.
Otra de las causas la encontramos en la necesidad de ser aceptados en un grupo de referencia. Todos los seres humanos tenemos la necesidad de pertenecer a alguna entidad o grupo social. De no lograrlo, nos sentiremos apartados de la sociedad y la probabilidad de que terminemos infravalorándonos es muy alta. Por eso, si en tu niñez
nunca conseguiste integrarte en un grupo de amigos, es posible que te sientas inseguro a la hora de socializar y entablar relación con los demás, ya sea esta laboral, de amistad o de pareja.
Queremos destacar el hecho de que las conductas inseguras adoptadas durante la etapa de la niñez suelen mantenerse también en la edad adulta. Debemos tener en cuenta que ser inseguros emocionalmente nos puede llevar conflictos cuando necesitamos tomar una decisión y afrontar cualquier reto, entre otros muchos tipos de situaciones.
Inseguridad y Baja Autoestima
La inseguridad y la baja autoestima son dos problemas emocionales que pueden tener un impacto significativo en diferentes aspectos de la vida de una persona, incluyendo el ámbito profesional. Ambas condiciones están estrechamente relacionadas, ya que la inseguridad a menudo es resultado de una baja autoestima.
La inseguridad se caracteriza por una falta de confianza en uno mismo, miedo al fracaso y a la crítica, y una sensación generalizada de inferioridad. Las personas inseguras tienden a dudar de sus capacidades y tienen dificultades para tomar
decisiones, expresar sus opiniones y enfrentar desafíos. Esta inseguridad puede manifestarse en forma de ansiedad, evitación de situaciones desafiantes y una actitud pasiva.
Falta de reconocimiento e inseguridad
La baja autoestima, por su parte, se refiere a una percepción negativa de uno mismo. Las personas con baja autoestima tienden a menospreciarse, subestimarse y no reconocer su valor y sus logros. Suelen compararse de manera desfavorable con los demás y tienen dificultades para aceptar elogios o reconocimientos. Esta falta de autovaloración puede afectar la autoconfianza, la toma de decisiones y la capacidad de establecer límites adecuados en las relaciones laborales.
En el entorno profesional, la inseguridad y la baja autoestima pueden tener diversas consecuencias negativas. Pueden limitar el crecimiento profesional, dificultar la participación activa en reuniones y proyectos, y obstaculizar la capacidad de asumir nuevos desafíos. Además, pueden generar ansiedad y estrés, afectar la calidad del trabajo y las relaciones con los colegas. La falta de confianza en uno mismo también puede llevar a oportunidades perdidas y a una sensación de estancamiento profesional.
Superar la inseguridad y la baja autoestima requiere un trabajo personal y un proceso de autodescubrimiento. Algunas estrategias efectivas para abordar estos problemas incluyen:
Autoconocimiento: Tomarse el tiempo para comprender las propias fortalezas, valores y logros. Identificar y cuestionar las creencias negativas sobre uno mismo y reemplazarlas con pensamientos más positivos y realistas.
Autocuidado: Valorar y cuidar de la propia salud física, emocional y mental. Establecer hábitos saludables, como una buena alimentación, ejercicio regular y descanso adecuado, para promover una sensación de bienestar general.
Desarrollo de habilidades: Buscar oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal y profesional. Adquirir nuevas habilidades y conocimientos puede ayudar a fortalecer la confianza en uno mismo y abrir puertas en el ámbito laboral.
Aceptación y autocompasión: Aprender a aceptarse y tratarse con amabilidad y compasión. Reconocer que todos tenemos fortalezas y debilidades, y que los errores son oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
Apoyo social: Buscar el apoyo de amigos, familiares o profesionales, como terapeutas o coaches, que puedan brindar orientación y apoyo emocional en el proceso de superar la inseguridad y la baja autoestima.
Es importante tener en cuenta que superar la inseguridad y la baja autoestima lleva tiempo y esfuerzo. Es un proceso gradual en el que se van adoptando nuevos pensamientos y comportamientos más saludables. Con perseverancia y apoyo, es posible desarrollar una autoestima más sólida y una mayor confianza en uno mismo, lo que contribuirá a un mayor bienestar y éxito tanto en el ámbito profesional como en el personal.
Síntomas de inseguridad
Este rasgo produce una serie de síntomas que es conveniente conocer para poder determinar si realmente eres una persona insegura. De esta forma, podrás pedir ayuda profesional e intentar superarla. Muchas veces pensamos que se trata de una característica inherente a nuestro ser y, por ello, creemos que es imposible deshacerse de estos síntomas e interactuar de una manera sana con las demás personas. Veamos qué señales nos indican que necesitas la ayuda de un experto.
1. Dificultad e indecisión ante la toma de decisiones.
2. Miedo al rechazo y al abandono.
3. Necesidad constante de aprobación por parte de los demás.
4. Te exiges demasiado: necesidad de autoexigencia y perfeccionismo.
5. Temor ante nuevas situaciones que suponen un reto y dificultad para gestionar el cambio de manera correcta.
6. Pensamientos negativos sobre tu propia imagen y sentimiento de inferioridad respecto a los demás, a los que consideramos como referentes absolutos, y necesidad de compararnos continuamente.
7. Dificultad para entablar relaciones sociales.
8. Si estás en una relación de pareja, los sentimientos de celos y envidia aflorarán con frecuencia.
9. Te comunicas de manera pasiva. Es decir, no eres capaz de expresar tus sentimientos y necesidades propias.
10. Muy baja tolerancia a la frustración.
Además de estos diez puntos, también produce paranoia: nos lleva a creer que los otros solo quieren aprovecharse y burlarse de nosotros. La agresividad, el exceso de ego y la arrogancia son también signos inequívocos de que necesitas ayuda. Se trata de mecanismos para autoprotegernos debido a la inferioridad que sentimos.
Si observas que tienes bastantes de estos síntomas, es importante que te plantees algún tipo de terapia y tratamiento para superar la inseguridad, tanto emocional como personal.
¿Cómo nos condiciona la inseguridad?
Si eres una persona insegura, probablemente te identificarás con la serie de aspectos que te presentamos a continuación. Se trata de un tipo de perfil que constantemente busca la aprobación de los demás, para así poder complacerlos. Ello los lleva a sentir cierta seguridad.
1. Si eres inseguro, tendrás la habilidad de lograr que los demás se sientan inseguros también. Conseguirás que otras personas se cuestionen a sí mismas.
2. Los inseguros son incapaces de encajar bien las críticas. Por ello, las consideran como un ataque hacia su persona y están a la defensiva casi en todo momento. Resulta complicado mantener una conversación constructiva con ellos.
3. La falta de confianza hace que no puedas soportar el silencio en ciertas situaciones. De este modo, las conversaciones sobre las cosas más banales e innecesarias serán frecuentes. Esto es debido a que no tienes un concepto positivo sobre ti mismo y te sientes incómodo con tus propios pensamientos.
4. Al mismo tiempo, hará que te vuelvas demasiado insensible hacia los asuntos de los demás. Esto se verá reflejado en la necesidad de bromear en tono de burla sobre los demás e, incluso, sobre ti mismo. Simplemente se trata de un mecanismo para captar la atención y esconder la falta de confianza en ti mismo.
5. Por último, no es extraño encontrar personas que intenten esconder esta característica tras una autopromoción constante. Necesitan hacerlo para sentir que son válidos para los demás.
En síntesis, este rasgo de la personalidad hace que la competitividad sea fundamental en casi cualquier campo, ya que los inseguros no soportan la derrota. Del mismo modo, suelen tener un marcado sentido de la autoridad y lo compensan descargando todas sus frustraciones con las personas que son especialmente dóciles.
Claves para superar la inseguridad
Aquellos que tienen el llamado «complejo de inferioridad» sienten la necesidad en todo momento de pelear por obtener la superioridad. Es primordial que tengas en cuenta estas claves para dejar atrás el sentimiento de inferioridad.
Pensamiento positivo
Trata de orientar tus pensamientos hacia el lado positivo. Poco a poco, irás despidiéndote de tus temores, angustias, de ese vacío existencial… Debes ser tan crítico contigo mismo como lo serías con los demás. Sin embargo, no debes permitir
que esto te paralice.
Comparte tus sentimientos
Es de vital importancia que seas sincero con la familia y amigos más cercanos y compartas tus pensamientos negativos con ellos. La gente que verdaderamente se preocupa por ti comprenderá que quieras expresar tus sentimientos e inseguridades, y no te juzgarán por ello. Al contrario, te ayudarán a sentirte más seguro día tras día y a lidiar con madurez con las situaciones que minan tu confianza.
Di «no» a los sinsentidos de la mente Probablemente entres en un bucle de pensamientos obsesivos del tipo «si hago esto,
seguro que pasa algo malo» o «me miran así porque piensan que soy un fracasado y que no valgo para nada, y se burlan de mí», etc. Cuando esto ocurra, sé consciente de que estos pensamientos sin sentido no te llevarán a ninguna parte. Sirven para hacer que te sientas pequeño y limitarte. Es hora de enfocarte en el pensamiento positivo y detener el flujo de ideas obsesivas carentes de sentido.
Asume tus debilidades. Todos tenemos fortalezas y también debilidades. La perfección queda lejos del ser humano. Conoce tus debilidades, acéptalas y, una vez asumido que no eres perfecto, sabrás cómo transformarlas y sacar beneficio de ellas. Empieza a pensar en tus puntos fuertes y a crear estrategias con ellos, para poder avanzar con seguridad y templanza.
Y, sobre todo, nunca te compares con nadie. No necesitas tener a nadie de tu
alrededor como referencia.
En definitiva, la inseguridad es una característica personal que puede hacernos dirigir
nuestra vida hacia el camino erróneo. Para superarla, es necesario identificarla y
recibir el tratamiento y terapia más adecuados a tus necesidades.